Aceptémoslo, las encuestas son uno de los procedimientos más fastidiosos de la Investigación de Mercado, y hasta que se invente y adoptemos una nueva forma de retroalimentación del consumidor, son un mal necesario para la mercadotecnia.
Dentro de todas las problemáticas a las que se enfrenta el encuestador, una de las más prominentes es la poca disponibilidad del encuestado a participar, y por culpa de la mala reputación de los interminables cuestionarios telefónicos y las tediosas encuestas en línea, los consumidores prefieren tomar la salida fácil de negarse a participar, o solo elegir la primer opción de cada pregunta para acabar pronto.
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Lo que NO hay que hacer
Según nuestra experiencia, estas son 4 cosas que NO deberías hacer al diseñar un cuestionario:
Hacer el cuestionario tan largo como sea posible
Hacer todas las preguntas que se nos ocurran en una misma encuesta, repetitivas y tediosas, es una de las trabas más comunes que ponemos tratando de abarcar la mayor cantidad de temas posibles. La gran cantidad de preguntas es un gran desmotivador para los encuestados.
Soluciones:
Hacer solo preguntas bivalentes
Las preguntas de “Si” o “No”, “Bien” o “Mal”, no tienen nada de malo si se usan con moderación. Sin embargo, los encuestados tienen la tendencia de responder “Si” a preguntas de “Si o No”, si se les pregunta directamente.
En vez de preguntar:
Mejor pregunta:
De esta manera, si seleccionan Chocolate dentro de una variedad de opciones, puedes estar seguro que lo consumen y no solo están respondiendo "Sí"
Hacer preguntas que influyen en la respuesta
Cuando el encuestador busca una respuesta en específica, lo único que logra es sesgar la encuesta. La neutralidad es de suma importancia; si el mismo encuestador puede influenciar la respuesta con su tono de voz, ¡Ahora imagina que la redacción sea imparcial!
No hagas preguntas como:
En lugar de eso pregunta:
Hacer el cuestionario tan complejo como sea posible
Al manejar muchas preguntas, temas y opciones, el cuestionario se vuelve un enredo de saltos y elecciones: “Si respondió ‘no’ a la pregunta 2, pase a la pregunta 7 y continúe hasta la 10, de lo contrario continúe de la 5 a la 6 y de la 11 a la 13” y el encuestado se pregunta: ¿Pero qué respondí en la 2?
La doble negación, conceptos difíciles y preguntas repetidas siempre le causarán dolor de cabeza al encuestado. Una gran tasa de abandono existe al momento que las personas deben pensar detenidamente qué es lo que se quiso decir en ésta pregunta, o bien deben consultar externamente.
No siempre es fácil conseguir una buena respuesta de los encuestados, pero te sugerimos que no te desmotives con tu Investigación de Mercado. Al final de cuentas, las encuestas y el conocimiento generado con ellas permitirá que la organización mejore, para que así el consumidor o usuario se beneficie. Es un Ganar-Ganar.
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